Este sábado la fiesta popular ha dado mucho de sí, hasta hablar de Wert y sus recortes, sí, en una fiesta popular. Con lo guay que estaba la cantante de la orquesta. Si es que uno ya va viejo.
La verdad es que sí, el sr. Wert algo de razón tiene en los recortes a la Universidad, se le exige incremento de horario en docencia a los funcionarios, me parece muy bien, ya que algunos se rascan los mismísimos el resto de la semana, o bien se apoyan en personal de su equipo con amor a la investigación y docencia para que les vayan impartiendo sus clases, de forma más actualizada. Por si alguien no lo sabe, el Sr. J.I. Wert es el Ministro de Educación y Cultura.
Ahora bien, en el discurso de este hombre que oí en una ocasión, creo en 59 segundos (era muy tarde), comparaba a los investigadores de verdad (en general) con Dr. D. Ramón y Cajal, que fue un apasionado de su trabajo y hobbie al mismo tiempo, que rompió esquemas en su época y si no había pasta él tiraba igualmente hacia delante, lo que le valió su Oscar (Nobel, no vaya a enfadarse alguien). Pero hay una gran diferencia, Cajal no provenía de una simple, humilde y honrada familia como un peón o labriego, no, ya venía de familia de médicos, que en la época no era cualquier cosa, y así era mucho más fácil tirar hacia delante, con un patrimonio, recomendaciones y amigos fuertes respaldándole, encima con sueldo. En los tiempos actuales, que a los funcionarios docente-investigadores se les exija una actuación similar a Cajal me parece bien, que al fin y al cabo van a seguir cobrando y que hagan algo, pero los investigadores nobeles, sin contrato, con ganas y vocación, si encima provienen de una humilde familia, por mucha voluntad que le ponga en realizar su pasión por la I+D por libre, sin infraestructuras ni otros medios básicos, lo veo muy difícil. Y que queda, … siempre nos quedará Berlín. Problema: algún funcionariado está obsoleto (es difícil dar un porcentaje, ratio que les gusta decir ahora a economistas y periodistas), asentado en su reino de taifa y si tiene que tocar un simple pHmetro, seguro lo estropea o gritará auxilio.
Dibujo: Litolander
A pesar de ello, humilde investigador sin contrato fijo, no seas llorica, siempre lo podrás arreglar vendiendo una córnea, un riñón, un trocito de hígado, y hasta un huevo, así seguirás los pasos de Santiago Ramón y Cajal. Si hay solución para todo.
Sr. Wert, no jodamos, no es lo mismo.
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