sábado, 2 de junio de 2012

Naturaleza para pasar un fin de semana. Parte II.

La botánica. Una de mis asignaturas pendientes, más aborrecidas. Pero es lo que hay en este tiempo. Menos mal que para eso acompañaba el abuelo, que es un aficionado a las plantas medicinales. A los chavales se les explicó como las plantas pueden curar, ya que tienen sustancias en flores u hojas que favorecen o disminuyen determinados “males”, de hecho muchos medicamentos industriales han surgido gracias a las plantas, pero también importante resaltar que algunas son tóxicas y que hay que tener cuidado. Vamos, que para jugar a hacer adornos con flores sí, pero no para hacer sopas con cocinas de plástico. Algún ejemplo se les iría exponiendo.
Empezamos por una muestra de lo que los chavalines vieron en el árbol, de una forma primigenia o precoz, de lo que más tarde ven en el mercado o en la mesa, como la flor del limón, las primeras fases de las peras y uvas, los “capullos” de lo que serán las eflorescencias del castaño. Un rotundo éxito el escalar al cerezo o cerdeira, y recoger el sabroso producto; el único en esta temporada. Había quien comía más que recogía.





Fotos: flores e incipientes frutos mencionados en el texto: limonero, peral, vid, castaño y cerezo. Litolander.

Luego nos fuimos a la explosión de colores más terrenal. Como comenté en la primera parte, la zona  deprimida está dominada por un clima mediterráneo, pero hacia la zona superior (500-600 m de altitud), domina un clima Atlántico-continental, así que es fácil encontrar una gran variedad de flora; el bosque lo domina por colorido el matorral con la Retama negra o Xesta, de un vivo color amarillo, pero además hay diferentes especies de tojo (con fruto), otras retamas y piorno, pero aún sin flor. Mi casa se halla justo en el límite del hábitat de bosque y de cultivos. El cultivo predominante en la Ribeira Sacra es la Vid, como era de esperar,  en el bosque domina el pino y desgraciadamente la Mimosa o Acacia. Desperdigados, podemos encontrar algún que otro Carballo, Madroño y Alcornoque. Los soutos (bosque de Castaños) suelen estar más concentrados en escasas áreas, casi siempre compartiendo nicho con el Carballo.



Fotos: flor de Retama, Acacia y eflorescencia de castaño. Litolander.

Volviendo a la zona límite, y  a un nivel más bajo, encontramos otros arbustos en flor como las campanitas rosadas de  Erica spp y o las azules de Lithodora spp. Espero que si meto la pata, más que probable, los botánicos sepan perdonarme. No es lo mío y uno hace lo que puede con las criaturas, tirando de memoria y alguna que otra guía, que en el cole es bastante menos. Y aquí se les muestra 2 plantas muy comunes y venenosas en la zona, una en flor, la Digitalis spp, pero muy bonita y simpática al coger la flor tapando la corola y explotándosela en la cabeza, y otra planta comenzando a nacer, la Phytolacca spp, que formará unos racimos de frutos oscuros y a los que tendrán que evitar.





Fotos: flores de Erica, Lithodora, Digitalis y planta de Phytolacca. Litolander.

Las flores restantes están dominadas por herbáceas caducas y perennes. Entre las “peligrosas” está la ortiga (Urtica spp) a la que alguno conoce del año anterior por sus efectos “picantes”, fácil de confundir sin flores con Lamium spp, y el papá les demostró cómo se pueden coger las ortigas sin que piquen y respirando, ya que existe el bulo que si aguantas la respiración la ortiga no pica. Jajajaja, que se lo digan a mi mujer. Dejo de contener la respiración y exclamó: “¡Hostia!”.
Otras peligrosas son las gramíneas ya en flor aunque menos llamativas,  que provocan alergia a la madre y a otra multitud de gente, pero gracias a que el día anterior fue frío y lluvioso, no hubo problema, eso sí, algunas dieron mucho juego al ser usadas las eflorescencias como balas que se clavaban en la ropa que llamamos "furasacos" ( el nombre científico no lo tengo claro, pero fue un éxito al batallar, a ver quién finalizaba con más flores clavadas) o para simular lágrimas (Briza spp), a ver quien era capaz de aguantar más lágrimas en el rostro.



Fotos: eflorescencias  de  Urtica, Lamium   y Briza. Litolander.

Otra planta de uso en brujería es la ruda (Ruta spp), que por lo visto emplea las hojas para evitar el mal de ojo o la envidia. ¿por qué será que a los chavales les interesa más este tipo de historias? Porque son menores que si no casi les cuento esa historia a cerca de las ortigas, que los romanos (parece ser y así lo recuerdo) tras sus agotadoras bacanales y ante la impotencia en mantener vigoroso “la batuta de mando”, se restregaban esta batuta con ortigas para favorecer la circulación sanguínea y ponerse de nuevo a la labor viciosa.


Fotos: flores de la Ruda. Litolander

Por hoy es suficiente, dejaremos las flores más “rastreras”, para otro día.

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