Ayer, un lunes asqueroso, sin demasiado sueño y sin ganas de hacer nada, entrada la medianoche, en un zapping ví una película titulada Sin Piedad, con John Cusack y el inmenso Goodman en sus principales papeles. Y nada más y nada menos que en la 13TV. Dios me coja confesado. No sé si hubo algún recorte de secuencia, por aquello de la (posible) censura papal. Pero no habiendo nada mejor y el sueño que no aparecía … a verla.
La historia va de un criador de caballos en el lejano oeste (coincidiendo con la creación del estado de Wyoming), que como es costumbre no hace migas con el caciquillo de turno, que se codea con las altas instituciones locales (juez y sheriff) y está enemistado con medio mundo. Pues el malo malísimo chincha al buen criador de caballos puteando a sus animales (que dejó como aval), sin interés en devolvérselos.
Así que el buen criador decide acudir a la Justicia, de la zona, que como es corrupta se va a instancias superiores, que ni caso, con la mala leche que accidentalmente provocan la muerte de su señora. Bien, uno se imagina que a partir de ahora se lía la de Dios es Cristo, pero no. El buen criador busca la Justicia en un Estado que aún no es tal y donde jueces y políticos se codean para hacer su hueco de poder, donde la Justicia es lo de menos y sí es importante la parafernalia de la celebración política que está a punto de ocurrir en unos días.
Imagen: El grandioso Goodman.
Así que el buen chico se cansa y se toma la justicia por su mano, con algún que otro muerto (no buscado), digamos que son efectos colaterales, la mala suerte, pero por lo que se le buscará las cosquillas al chico bueno. No cuento más, pero la historia es triste, justa si se mira en base a las leyes del momento, pero injusta moralmente.
Me gustó, se me hizo larga por la hora de emisión, pero no me caí en el sofá, me enganchó. Los protas están bien, Goodman inmenso en todas las acepciones, así como la ambientación. No es la clásica, y que nadie se lo espere, película con tiros o muertos a mansalva, donde el chico guay se carga a los malos estilo Eastwood en La muerte tenía un precio o El fuera de la Ley, o como Wayne en El Dorado. Para nada. Parece o da la sensación de más realista cuando uno ha estudiado algo acerca del Oeste y sus leyendas. Pero cuando uno ve la peli, piensa, “y estos de la Iglesia ¿querrán enviar un mensaje subliminal por lo acaecido a partir del 25-S en Madrid??”.
Porque las similitudes saltan a la vista, oye, casi parecido salvo la época y la ubicación. Las fuerzas de la Ley están a la orden de la Justicia y Política del momento, que se para en dar una imagen al pueblo medio salvaje (como Rajoy por Europa, queriendo hacernos comulgar con ruedas de molino), no para defender al inocente, que va, una panda de corruptos, a sus intereses, y cuando el inocente, el puteado, el ninguneado, … decide hacer su protesta para que le hagan caso, es cierto que algunos malos buscan que la cosa se desmadre pero se les va de las manos a todos, y luego (los malos) mienten abrigados por los poderosos, y todo para mantener la fiesta política (esto que ahora llaman Congresos). Pero siempre hay algún Garzón (Goodman) que intenta remediarlo, sin éxito. El buen juez hace justicia, sí la del momento, la que crearon los hombres y que no puede saltarse, pero su justicia moral sabe que le dice que no hace bien. Que es injusto. Y eso es jodido. Muy jodido, tanto para el que jode como para él mismo.
Imagen: a esto dicen llamarle "respuesta proporcionada". Pobre chica. Madrid.
Y no sólo se acaba con la Justicia, obvia decir que si para los buenos blancos la cosa pinta mal, para los indios a peor.
De un 1 a 10, yo le daría un notable alto. Un buen drama y sin fantasmadas. No tiene porque verse como una película del Oeste, o de acción, pues la trama bien se puedo haber trasladado al Madrid de 2012.
Y por lo que se ve, seguimos en un sistema o problema político social como hace casi 150 años. Si lo dicen los sabios: el ser humano es el único animal (porque ha demostrado ser muy animal a lo largo de la Historia) que tropieza dos veces en la misma piedra.
Amén.
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